Pensar que existe la injusticia en este mundo porque unos no solo tienen lo básico sino más de lo que supuestamente un ser humano necesita, es algo que la mayoría de las personas lo creen.
Existen niños que pasan varios días sin comer o que viven con escasez alimenticia que les genera una desnutrición peligrosa en sus vidas a pesar de todos los avances tecnológicos y el crecimiento en los medios de comunicación, esto es una triste realidad.
Sin embargo, son las mismas acciones de la humanidad las que han arrojado las consecuencias de la pobreza que sigue existiendo, ya que las mismas acciones siempre arrojarán los mismos resultados.
Es la humanidad la que permite por medio de sus acciones dañinas que todo esto siga existiendo y propagándose por el mundo.
Dejar de buscar culpables y hacerse cargo de las acciones que uno mismo ejecuta de manera consciente es el verdadero inicio del cambio, por lo tanto, es el principio de valor con el que se debe de empezar a actuar sin excusas que solo alargan el camino al éxito.
Describir todo esto de manera legible, comprensible y veraz en mi quinto libro “ABUNDANCIA PARA TODOS. UN CURSO PARA TU RIQUEZA” fue uno de los mayores retos que he tenido en mi vida, pero dentro de mí sabía que llevarlo a la comprensión de los demás era una de las cosas mas importantes que tenía que lograr en mi vida, y así fue.
Vivir una vida abundante puede ser posible, respetando tus creencias espirituales y enriqueciéndolas con tu propia divinidad en acción, porque la naturaleza de la que venimos ya es abundante, por lo tanto, vivir sin carencias es el destino de la humanidad.
Como todo en la vida, el único que debe convencerse de querer hacerlo y lograrlo eres tú mismo, aunque el verdadero culpable de querer o no hacerlo pero el único es el peso del karma negativo que se va arrastrando y que sólo la sincera intención de querer lograr una vida mejor lo quita del camino.