La verdad no es solo una cualidad y una virtud en la vida de los seres humanos, la verdad es un mandamiento religioso, político y social. La verdad nos acerca a un mundo mejor comprendido desde la perspectiva humana para su mejora y sobre todo nos permite conocer los terrenos que pisamos diariamente sin peligros.
Si hablamos de la verdad, deberíamos también hablar de la mentira, pero como de eso se sabe más, es mejor por esta ocasión hablar solamente de la verdad.
Quien construye sus palabras con la verdad, construye también su felicidad, su libertad, sabe escuchar la verdad de otros labios para no juzgar ni señalar, mas bien, para valorar el precio de esta cualidad.
Decir la verdad no debe ser algo complejo, debe ser algo natural, gozoso, amable y limpio, porque no hay nada que la verdad no construya, ni nada que la verdad nos quite, al contrario, siempre nos está dando.
Desarrollar esta virtud es algo que bien vale la pena intentar y para que puedas tenerlo mas claro, te comparto tres pasos que te ayuden a comprender cómo mejora tu vida cuando la practicas hablando, pensando y actuando con la verdad.
-Haz una lista de las mentiras que cuentas todos los días y describe como te sentirías si dejarás de decirlas
-Haz una lista de todas las verdades que prefieres ocultar por miedos o conceptos sociales que puedan afectarte, acéptalas, amalas y comprende que, aunque son parte de tu historia ya no son parte de tu presente, ahora tienes que enfocarte en trabajar en el desarrollo de la verdad en tus palabras. También tienes que tomar en cuenta, que los miedos solo son tuyos, que la gente cuando eres de verdad te acepta como eres.
-Si ya dijiste una mentira, ya no la hagas más grande, ya no la menciones, ya no le des vida, la verdad necesita crecer en tu corazón para que puedas brillar con ella todos los días.
La verdad no debe de ser ofensiva ni dañina, no tienes que decirles a los demás sus verdades, ya que eso no le corresponde a nadie, en primer lugar y en segundo lugar, cada uno habla de acuerdo a lo que está comprendiendo, nadie merece ser dañado por parte nuestra, al contrario, animarlos a que sean mejores con sus propias cualidades y recursos, y toma en cuenta todos los días que la verdad te hace libre para llegar a donde quieras.
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